El calendario económico de la semana del 7 al 11 de julio de 2025 será fundamental para evaluar el estado de la economía global. Desde Europa hasta América, pasando por Asia-Pacífico, los inversores estarán atentos a una serie de indicadores que podrían influir en la dirección de los mercados durante el verano.
Alemania da la primera sorpresa, pero el resto aún está por ver
El lunes, Alemania sorprendió con una producción industrial de mayo que aumentó un 1.2% mensual, revirtiendo la caída del -1.6% del mes anterior. Este repunte inesperado en el motor industrial de Europa ya está teniendo efecto: el DAX y las acciones cíclicas podrían continuar al alza si el sentimiento se mantiene.
Durante el mismo día se conocerán las ventas minoristas de la eurozona, que se espera disminuyan un -0.8%, frente al +0.1% del mes anterior. De confirmarse, este dato reforzaría la percepción de debilidad en el consumo europeo, con un impacto negativo esperado en sectores como el retail, la banca y los servicios.
En Reino Unido, el índice Halifax de precios de vivienda mostraría un aumento interanual del 2.5%, mientras que el dato mensual se estabilizaría. Esto sugiere un mercado inmobiliario en fase de pausa, lo que podría frenar las expectativas de recortes agresivos de tipos por parte del Banco de Inglaterra.
Exportaciones, consumo y tipos: todo bajo la lupa
El martes se publicará la balanza comercial de Alemania, que podría mejorar con un superávit de 18.100 millones de euros. Este dato, de confirmarse, sería un apoyo adicional para el euro y para las grandes exportadoras alemanas.
En Brasil, se espera una caída mensual del -0.4% en ventas minoristas, aunque el dato anual subiría un 4.8%. Este contraste indicaría que el consumo interno sigue con buena salud, lo que podría beneficiar a la bolsa brasileña.
El Banco de la Reserva de Australia mantendría los tipos sin cambios en el 3.6%. No se esperan sorpresas, pero los analistas estarán muy atentos al comunicado posterior, en busca de pistas sobre próximos movimientos.
China, México y EE.UU. centrarán la atención el miércoles
El miércoles llegará uno de los momentos clave: China publicará su IPC de junio, que se espera quede plano (0.0%), y los precios de producción caerían un -3.2%. Si se confirma esta ausencia de presión inflacionaria, el Banco Popular de China tendría vía libre para aplicar nuevos estímulos.
En México, el IPC de junio podría subir al 4.42% anual, situándose por encima del objetivo del Banxico. Esto dificultaría una bajada de tipos a corto plazo, fortaleciendo al peso.
EE.UU. publicará los inventarios de crudo de la AIE, donde se espera una reducción de 1.49 millones de barriles en Cushing. De ser así, se daría soporte al precio del petróleo, favoreciendo a las compañías energéticas.
La inflación volverá a protagonizar el jueves
El jueves se conocerá el IPC de Alemania, que se mantendría en el 2.0% anual. Un dato en línea con el objetivo del BCE, sin impacto directo en la política monetaria a corto plazo.
En Brasil, el IPC anual subiría al 5.32%, lo que añadiría presión al Banco Central para mantener una política restrictiva.
EE.UU. presentará sus solicitudes semanales de subsidio por desempleo, que subirían ligeramente hasta 235.000. Este pequeño aumento podría interpretarse como una señal de enfriamiento del mercado laboral, dando argumentos a la Fed para mantener una postura dovish.
Además, la subasta de deuda a 30 años en EE.UU. reflejaría un rendimiento en torno al 4.84%, un nivel que podría indicar presiones inflacionistas o preocupaciones fiscales de largo plazo.
Viernes: Reino Unido, Francia, Canadá y el sector agrícola
El viernes se conocerá el PIB mensual del Reino Unido, que caería un -0.3%, junto a una producción industrial del -0.9%. Estos datos confirmarían el deterioro económico británico, aumentando la presión sobre el BoE.
Francia publicará un IPC mensual del 0.4%, lo que podría ralentizar el ritmo de recortes del BCE si la inflación persiste en las economías grandes de la eurozona.
En Canadá, se espera un desplome del -6.6% en permisos de construcción, lo que reforzaría el mensaje de debilidad en el sector inmobiliario.
EE.UU. cerrará la semana con dos referencias importantes: el informe WASDE de oferta y demanda agrícola, que marcará el rumbo de las materias primas, y el balance presupuestario federal, donde se anticipa un déficit de -316.000 millones de dólares. Una cifra que podría avivar el debate sobre la sostenibilidad fiscal.
El calendario económico anticipa una semana volátil
El calendario económico de esta semana aún tiene mucho que decir. Hasta ahora, el dato positivo desde Alemania contrasta con las previsiones de enfriamiento global. Si los próximos datos confirman esta tendencia de desaceleración sin colapso, podríamos ver continuidad en la rotación hacia activos de riesgo. Pero si aparecen sorpresas inflacionarias o tensiones fiscales, la narrativa podría girar rápidamente.
Los inversores deberán seguir cada dato con atención. Esta semana, más que nunca, la clave estará en leer entre líneas lo que los bancos centrales aún no han dicho.
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Calendario económico: previsiones clave de la semana
El calendario económico de la semana del 7 al 11 de julio de 2025 será clave para medir el pulso de la economía global. Desde Europa hasta América, pasando por Asia-Pacífico, los inversores estarán atentos a una batería de datos que podrían marcar la pauta de los mercados en pleno verano. n nAlemania da la primera sorpresa, pero el resto aún está por ver n nEl lunes, Alemania ha sorprendido con una producción industrial de mayo que repunta un 1,2 % mensual, revirtiendo la caída del −1,6 % del mes anterior. Este rebote inesperado en el motor industrial de Europa ya está teniendo efecto: el DAX y las acciones cíclicas podrían seguir al alza si el sentimiento se mantiene. n nA lo largo del lunes también se conocerán las ventas minoristas de la eurozona, que se espera caigan un −0,8 %, frente al +0,1 % del mes anterior. De confirmarse, este dato reforzaría la percepción de debilidad en el consumo europeo, con impacto negativo esperado en sectores como el retail, banca y servicios. n nEn Reino Unido, el índice Halifax de precios de vivienda mostraría una subida interanual del 2,5 %, mientras que el dato mensual se estabilizaría. Esto apuntaría a un mercado inmobiliario en fase de pausa, lo que podría frenar las expectativas de recortes agresivos de tipos por parte del Banco de Inglaterra. n nExportaciones, consumo y tipos: todo bajo la lupa n nEl martes se publicará la balanza comercial de Alemania, que podría mejorar con un superávit de 18.100 millones de euros. Este dato, de confirmarse, sería un apoyo adicional para el euro y para las grandes exportadoras alemanas. n nEn Brasil, se espera una caída mensual del −0,4 % en ventas minoristas, aunque el dato anual subiría un 4,8 %. Este contraste mostraría que el consumo interno sigue con buena salud, lo que podría ser un punto a favor de la bolsa brasileña. n nEl Banco de la Reserva de Australia mantendría los tipos sin cambios en el 3,6 %. No se esperan sorpresas, pero los analistas estarán muy pendientes del comunicado posterior, en busca de pistas sobre próximos movimientos. n nChina, México y EE. UU. centrarán la atención el miércoles n nEl miércoles llegará uno de los platos fuertes: China publicará su IPC de junio, que se espera quede plano (0,0 %), y los precios de producción caerían un −3,2 %. Si se confirma esta ausencia de presión inflacionaria, el Banco Popular de China tendría vía libre para aplicar nuevos estímulos. n nEn México, el IPC de junio podría subir al 4,42 % anual, situándose por encima del objetivo del Banxico. Esto dificultaría una bajada de tipos a corto plazo, fortaleciendo al peso. n nEE.UU. publicará los inventarios de crudo de la AIE, donde se espera una reducción de 1,49 millones de barriles en Cushing. De ser así, se daría soporte al precio del petróleo, favoreciendo a las compañías energéticas. n nLa inflación volverá a protagonizar el jueves n nEl jueves se conocerá el IPC de Alemania, que se mantendría en el 2,0 % anual. Un dato en línea con el objetivo del BCE, sin impacto directo en la política monetaria a corto plazo. n nEn Brasil, el IPC anual subiría al 5,32 %, lo que añadiría presión al Banco Central para mantener una política restrictiva. n nEE.UU. presentará sus solicitudes semanales de subsidio por desempleo, que subirían ligeramente hasta 235.000. Este pequeño aumento podría interpretarse como una señal de enfriamiento del mercado laboral, dando argumentos a la Fed para mantener una postura dovish. n nAdemás, la subasta de deuda a 30 años en EE.UU. reflejaría un rendimiento en torno al 4,84 %, un nivel que podría indicar presiones inflacionistas o preocupaciones fiscales de largo plazo. n nViernes: Reino Unido, Francia, Canadá y el sector agrícola n nEl viernes se conocerá el PIB mensual del Reino Unido, que caería un −0,3 %, junto a una producción industrial del −0,9 %. Estos datos confirmarían el deterioro económico británico, aumentando la presión sobre el BoE. n nFrancia publicará un IPC mensual del 0,4 %, lo que podría ralentizar el ritmo de recortes del BCE si la inflación persiste en las economías grandes de la eurozona. n nEn Canadá, se espera un desplome del −6,6 % en permisos de construcción, lo que reforzaría el mensaje de debilidad en el sector inmobiliario. n nEE.UU. cerrará la semana con dos referencias importantes: el informe WASDE de oferta y demanda agrícola, que marcará el rumbo de las materias primas, y el balance presupuestario federal, donde se anticipa un déficit de −316.000 millones de dólares. Una cifra que podría avivar el debate sobre la sostenibilidad fiscal. n nEl calendario económico anticipa una semana volátil n nEl calendario económico de esta semana aún tiene mucho que decir. Hasta ahora, el dato positivo desde Alemania contrasta con las previsiones de enfriamiento global. Si los próximos datos confirman esta tendencia de desaceleración sin colapso, podríamos ver continuidad en la rotación hacia activos de riesgo. Pero si aparecen sorpresas inflacionarias o tensiones fiscales, la narrativa podría girar rápido. n nLos inversores deberán seguir cada dato con lupa. Esta semana, más que nunca, la clave estará en leer entre líneas lo que los bancos centrales aún no han dicho.