Protecting the Amazon rainforest isn’t just an environmental imperative — it could also deliver substantial economic gains for Brazil. According to a recent study by the World Resources Institute (WRI) Brasil titled ‘New Economy for the Amazon,’ conservation efforts could add 7.4 billion euros to the country’s GDP by 2050 compared to a business-as-usual scenario, while creating 312,000 additional jobs. The findings suggest that ecological preservation and economic growth are not mutually exclusive. n nMarcello Brito, executive secretary of the Amazonia Legal Consortium — a public body representing the nine Brazilian states within the Amazon region — emphasized that local communities are eager for tangible economic benefits. He argued that global climate discussions, particularly ahead of COP30 in Belém, must shift from solely advocating conservation to addressing wealth generation for Amazon residents. ‘Preservation is essential, but we also need to talk about production,’ Brito stated, stressing that sustainable development and forest protection must advance together. n nHome to 27 million people, the Brazilian Amazon remains one of the nation’s most impoverished and unequal regions. Only 29 percent of households have access to adequate sanitation infrastructure. Yet, it also hosts a thriving agribusiness sector, producing significant volumes of soy and beef, and holds the country’s largest mineral reserves. These commodities account for 20 percent of Brazil’s total exports, underlining the region’s strategic economic role. n nBrito supports the national goal of zero deforestation by 2030, in line with President Luiz Inácio Lula da Silva’s environmental commitments. However, he criticized the European Union’s upcoming Deforestation Regulation (EUDR), set to take effect in December, which could restrict imports of agricultural goods from deforested areas. While aligned with conservation objectives, Brito described the EUDR’s implementation as exclusionary rather than transformative, noting that he raised these concerns directly with European officials. n nNonetheless, he sees geopolitical shifts, including trade tensions initiated by former U.S. President Donald Trump, as potential catalysts for more inclusive international cooperation. The long-delayed EU-Mercosur trade agreement, blocked for 25 years by certain European nations, recently gained momentum, suggesting changing attitudes. Brito expressed hope that current global disruptions might encourage more equitable frameworks for trade and environmental policy. n
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Conservación de la Amazonía brasileña sí, pero ‘desarrollo’ económico también
La conservación de la selva no sólo es vital, sino que puede generar un gran beneficio económico a la Amazonia brasileña: 7.400 millones de euros extra para el PIB de 2050 respecto al escenario d referencia y 312.000 empleos más de los actuales. n nAsí de contundente es la conclusión del último estudio del World Resources Institute (WRI) Brasil titulado ‘Nueva Economía para la Amazonia‘. La conservación de la selva no sólo permitiría a Brasil cumplir con los Acuerdos de París sobre el calentamiento global, sino que provocaría crecimiento económico. n nLa Amazonía brasileña «está cansada de oír hablar de conservación» y quiere que los líderes mundiales se sienten en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambios Climáticos (COP30) a discutir la generación de «riqueza» para la población de la selva, defiende Marcello Brito, un representante de los gobiernos regionales. n n«Conservar es importante, pero necesitamos discutir sobre producción«, puntualiza en una entrevista Brito, secretario ejecutivo del Consorcio Amazonía Legal, un ente público formado por los gobiernos regionales de los nueve estados brasileños que integran la región amazónica y que está enfocado a la promoción del desarrollo sostenible. n nLa conservación de la selva amazónica y el desarrollo de la población de esta región, con 27 millones de habitantes, «deben ir de la mano» y, «si no entendemos esto, seguiremos fracasando», espeta este reconocido empresario agrícola con 30 años de trayectoria en la Amazonía. n nLa COP30, que se celebrará el próximo noviembre en Belém, una de las mayores ciudades de la Amazonía, puede contribuir a «cambiar la mentalidad» del sector privado y también del ambientalismo en relación a las necesidades de desarrollo de esta región selvática, según espera Brito. n nLa Amazonía es la región más extensa de Brasil y también una de las más pobres y más desiguales del país. Solo el 29 % de los domicilios de la región cuentan con una red de saneamiento básico adecuado. n nPero a su vez, es el seno de un pujante sector agropecuario, que es responsable por una importante producción ganadera y de soja, y cuenta con las mayores reservas de minerales del país. Estos productos son responsables del 20 % de las exportaciones de Brasil. n nLa población de la Amazonía «está en ebullición», sostiene Brito, y no está en condición de aplazar más tiempo el debate del desarrollo. n nDeforestación cero n nEl representante gubernamental recalca que defiende la «deforestación cero», en línea con la promesa del Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de erradicar la tala ilegal para 2030. n nNo obstante, con la misma firmeza critica políticas como el nuevo reglamento sobre deforestación de la Unión Europea (EUDR, por sus siglas en inglés), una normativa que entrará en vigor el próximo diciembre y que vetará la importación de productos que provengan de tierras deforestadas o degradadas, lo que podría suponer un veto para la ternera y los productos agrícolas amazónicos. n n«Estoy a favor de la deforestación cero, pero la forma de implementar el sistema del EUDR me parece horrible. Tuve la oportunidad de decir esto ante la Comisión Europea y ante varios países europeos. Lamentablemente, es un proceso mucho más excluyente que transformador«, comenta. n nBrito, no obstante, es optimista a la luz de las consecuencias que ha tenido la guerra comercial desatada por Donald Trump para debilitar las resistencias de algunos países europeos a sus tratos comerciales con los países suramericanos. n n«La realidad y la necesidad siempre se imponen en las relaciones internacionales«, dice. n nEl primer paso fue la conclusión del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, que llevaba 25 años de espera por el bloqueo de «algunos países europeos», que se ha desvanecido «de un momento a otro», y «ahora les resulta interesante«. n n«Quién sabe si ahora, con esta gran disrupción geopolítica que estamos presenciando, la inteligencia vuelve a la mesa y quizá, en una asociación transnacional, consigamos crear reglas y modelos que sean más inclusivos y más asertivos en general«, concluye Brito.