The failure to constitute the Kosovo Assembly and form a government since the elections of February 9, 2025, is causing significant economic harm, assessed economist Safet Gërxhaliu. In an interview with Ekonomia Online, he described the situation as one of the darkest periods in Kosovo’s recent history. Kosovo’s capital is leaving the country and being invested in regional and other nations. Recently, before the electricity price surge, there was a mass movement of companies transferring production to neighboring countries. Due to the lack of institutions, Kosovo has not ratified international agreements. Current damages amount to nearly 1.2 billion euros, including nearly 830 million euros tied to EU reform agenda funds and U.S.-financed projects. Additionally, two pre-ratified agreements with the World Bank, worth 230 million euros, and a third worth 90 million euros remain frozen. Imagine the damage being inflicted on Kosovo. Today, Kosovo remains silent in European politics, which is the worst possible scenario. Therefore, if anyone intends to do more for Kosovo, it is time to understand two terms: sacrifice and commitment to the state and citizens’ future, rather than allowing power struggles to dominate. Gërxhaliu stated that Kosovo’s greatest enemies could not have predicted the current situation amid global turbulence, where political, economic, and geostrategic crises are in motion. A new state like Kosovo, which has the comfort or luxury of experimenting with its statehood in this manner, is the worst possible outcome. Since February 2025, Kosovo has failed to elect the Speaker of Parliament, which constitutes its greatest weakness. The consequences of this deliberate political experiment at Kosovo’s expense will be numerous. They are truly concerning from a geostrategic perspective, destructive politically, harmful economically, and slow integration. They must also be analyzed from a psychological and emotional standpoint. “How do Kosovo citizens feel today, subjected to EU measures or sanctions, and with this comfort of experimenting with the state and fighting only for power? It is a huge disgrace,” he stated. Gërxhaliu emphasized that instead of having institutions, promoting Kosovo, developing the economy, declaring war on inflation, and fighting to remove sanctions—which Kosovo and Russia are the only ones facing—are truly paradoxical for our times. Future generations with greater national awareness and intellect will judge this as a dark chapter in Kosovo’s history. It is essential to understand that Kosovo’s economic indicators are deeply concerning. First, there can be no prosperity or economic development without political stability. Political stability in Kosovo depends on two dimensions: internal and external. The first is the mere fact of functioning in free fall or with inertia, without institutions. The second is the external aspect: not only do five EU countries not recognize Kosovo, but it also faces sanctions that hinder its development prospects. Undoubtedly, developed countries strive to get closer to the U.S. and Europe, while Kosovo seems to be doing everything to move away from them. In this context, we observe increasing imports and contracting exports; there is a triple exodus from Kosovo, with not only unemployed citizens leaving but also those with stable positions,” stated Gërxhaliu to EO.
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Gërxhaliu: El enorme daño económico y la facilidad para experimentar con el Estado son una vergüenza.
El fracaso en la constitución de la Asamblea de Kosovo y la formación de un Gobierno desde las elecciones del 9 de febrero de 2025 está causando un gran daño en términos económicos, evaluó el economista Safet Gërxhaliu. n nEn una entrevista con Ekonomia Online, dijo que considera esta situación como uno de los períodos más oscuros de la historia reciente de Kosovo. n nEl capital kosovar se está yendo y se está invirtiendo en países de la región y más allá. Recientemente, antes del aumento del precio de la electricidad, hemos visto un aumento masivo de empresas que transfieren su producción a países de la región. En este sentido, debido a la falta de instituciones, no contamos con la ratificación de acuerdos internacionales. Los daños actuales ascienden a casi mil 200 millones de euros, incluyendo casi 830 millones relacionados con fondos relacionados con la agenda de reformas de la UE y proyectos financiados por Estados Unidos. A esto se suma el hecho de que tenemos dos acuerdos preratificados con el Banco Mundial, por 230 millones de euros, y el tercero, por 90 millones de euros, que están congelados. Imaginen el daño que se le está causando a Kosovo. n nHoy en día, el silencio reina sobre Kosovo en la política europea, y esto es lo peor que le puede pasar. Por lo tanto, creo que si alguien piensa en hacer más por Kosovo, es hora de comprender dos términos: el sacrificio y el compromiso para hacer más por el Estado y el futuro de los ciudadanos, y no para que la lucha por el poder sea dominante. n nGërxhaliu dijo que los mayores enemigos de Kosovo no previeron que Kosovo se encontraría en la situación en la que se encuentra ahora, en este momento de turbulencia global y mundial, donde definitivamente la crisis política, económica y geoestratégica está en movimiento y un nuevo estado, como Kosovo, que tiene la comodidad o el lujo de experimentar con un estado de esta manera, es lo peor que le puede pasar a Kosovo. n nDesde febrero de 2025, no hemos logrado elegir al Presidente del Parlamento, lo cual constituye nuestra mayor debilidad. En este sentido, las consecuencias de este experimento político deliberado en detrimento de Kosovo serán numerosas. Son verdaderamente preocupantes en el aspecto geoestratégico, destructivas en el aspecto político, perjudiciales en el aspecto económico, ralentizan la integración, pero también deben analizarse desde el punto de vista psicológico y emocional. n n”¿Cómo se sienten hoy los ciudadanos de Kosovo, sometidos a medidas o sanciones de la UE y con esta comodidad de experimentar con el Estado y luchar solo por el poder? Es una vergüenza enorme”, afirmó. n nGërxhaliu enfatiza que en lugar de tener instituciones, promover Kosovo, desarrollar la economía, declarar la guerra a la inflación, luchar para eliminar las sanciones, sanciones que actualmente sólo tienen Rusia y Kosovo, son realmente una paradoja de los tiempos, que las generaciones futuras con una mayor conciencia nacional e intelectual juzgarán como una parte oscura de la historia de Kosovo. n nEs preciso comprender que los indicadores o parámetros económicos de Kosovo son bastante preocupantes. En primer lugar, es preciso comprender que no puede haber prosperidad ni desarrollo económico sin estabilidad política. La estabilidad política en Kosovo depende de dos dimensiones: la interna y la externa. La primera es el propio hecho de que funcione en caída libre o con la inercia del tiempo, sin instituciones. n nEl segundo es el aspecto externo: no solo cinco países de la UE no reconocen a Kosovo, sino que también tenemos sanciones que frenan las perspectivas de desarrollo de Kosovo. Sin duda, los países desarrollados hacen todo lo posible por acercarse a Estados Unidos y Europa, mientras que Kosovo hace todo lo posible por alejarse de ellos. En este sentido, observamos un aumento de las importaciones y una contracción de las exportaciones; tenemos un triple éxodo de Kosovo, del que se van no solo los ciudadanos desempleados, sino también quienes gozan de estabilidad”, declaró Gërxhaliu a EO.