Mons. Saiz Meneses en Sevilla reitera la necesidad de un sistema económico justo

Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano

Desde el 30 de junio al 3 de julio, Sevilla acoge la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, un evento que busca impulsar un cambio en las relaciones económicas globales. En este contexto, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, destacó la importancia de contar con un sistema económico que beneficie al ser humano, no que lo domine, según declaraciones publicadas por el sitio oficial de la Arquidiócesis de Sevilla.

La visión de la Iglesia sobre el desarrollo integral

Durante su intervención en ‘La Linterna de la Iglesia’, el arzobispo enfatizó que “para promover el desarrollo integral del hombre es necesario promover un sistema económico más justo”. Recordó que ya en la encíclica ‘Populorum Progressio’, el Papa Pablo VI afirmaba que toda la Iglesia, cuando actúa en la caridad, busca promover este desarrollo. Saiz Meneses señaló que “es fundamental cambiar el enfoque de las relaciones económicas y comerciales entre el Norte y el Sur” para alcanzar un progreso genuino.

El prelado apoyó una alianza basada en valores como la justicia social, la solidaridad, la subsidiariedad, el bien común y la cooperación intergeneracional, además del cuidado del medio ambiente. “Ayudar a los pobres no es solo un acto de caridad, sino una cuestión de justicia”, afirmó, resaltando la responsabilidad de la comunidad internacional en este ámbito.

La economía debe estar al servicio del ser humano

Saiz Meneses explicó la importancia de reconocer que “la economía está al servicio del ser humano, y no al revés”. La Iglesia, dijo, ha defendido en los últimos papados la necesidad de condonar la deuda de los países más pobres, ya que muchas naciones no pueden devolver sus créditos y su desarrollo se ve limitado por esa carga.

El arzobispo recordó que esta petición no es nueva, sino que ha sido expresada por papas como Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. “El pobre puede convertirse en testigo de una esperanza fuerte y fiable; su esperanza solo puede reposar en Dios, pues no tiene las seguridades del poder ni del dinero”, expresó, subrayando que la condonación es una cuestión de justicia y solidaridad internacional.
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Mons. Saiz Meneses en Sevilla reitera la necesidad de un sistema económico justo

Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano n nDesde el 30 de junio al 3 de julio, Sevilla acoge la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, un encuentro que busca promover un cambio en las relaciones económicas mundiales. En este marco, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, subrayó la importancia de un sistema económico que esté al servicio del ser humano, no al revés, declaraciones publicadas por el sitio oficial de la Arquidiócesis de Sevilla. n nLa visión de la Iglesia sobre el desarrollo integral n nDurante su participación en ‘La Linterna de la Iglesia’, el arzobispo resaltó que “para promover el desarrollo integral del hombre es necesario promover un sistema económico más justo”. Recordó que ya en la encíclica ‘Populorum Progressio’, el Papa Pablo VI afirmaba que toda la Iglesia, cuando actúa en la caridad, busca promover este desarrollo. Saiz Meneses hizo hincapié en que “es necesario cambiar el planteamiento de las relaciones económicas y comerciales entre el Norte y el Sur” para lograr un progreso verdadero. n nEl prelado apoyó una alianza que incorpore valores como la justicia social, la solidaridad, la subsidiariedad, el bien común y la cooperación intergeneracional, además del cuidado de la creación. “Ayudar a los pobres no es solo un acto de caridad, sino una cuestión de justicia”, afirmó, resaltando la responsabilidad de la comunidad internacional en este aspecto. n nLa economía debe servir al ser humano n nSaiz Meneses aclaró la importancia de entender que “la economía está al servicio del ser humano, y no al revés”. La Iglesia, dijo, ha defendido en los últimos pontificados la necesidad de dispensar la deuda de los países más empobrecidos, ya que muchas naciones no pueden devolver sus créditos y su desarrollo se ve obstaculizado por esa carga. n nEl arzobispo recordó que esta petición no es algo nuevo, sino que ha sido expresada por papas como Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. “El pobre puede convertirse en testigo de una esperanza fuerte y fiable; su esperanza solo puede reposar en Dios, pues no tiene las seguridades del poder ni del dinero”, expresó, subrayando que la condonación es una cuestión de justicia y solidaridad internacional.

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