When observing a car dashboard, attention is usually drawn not to the indicators that remain steady, but to those that light up unexpectedly—such as a low fuel warning or an oil level alert. Similarly, recent days have seen several economic indicators flashing warnings for the national government.
One of the most notable indicators was the unemployment rate, which rose to 7.9%, an increase of 1.5% compared to the last quarter of 2024. In the Gran Córdoba region, the rate reached a concerning 9.2%. Economists surveyed in the Market Expectations Survey (REM), particularly the Top 10 who have historically been the most accurate, had predicted a 7% unemployment rate and expect it to fall to 6.5% by the last quarter of 2025. They anticipate that economic growth—forecasted at 5.2%—will lead to lower unemployment by year-end.
Another warning signal was the 7.4% drop in exports recorded in May, which is historically the highest month for external sales in the country. When analyzing the first five months of the year, exports grew by only 2.6%, while imports surged by 34.3%. The trade balance for the first five months stood at a modest USD 1.883 billion, and projections suggest that by November, import levels may match export volumes.
Within exports, two trends stand out:
1. A decline in primary product sales.
2. A minimal 0.2% increase in agro-industrial manufactured goods (MOA) from January to May.
On the import side, several developments are worth noting:
a) Capital goods imports—both new and used—rose by 69%, indicating that businesses are taking advantage of the cheaper dollar to upgrade machinery and equipment. Increased purchases from Germany reflect the arrival of machinery and vehicles from that country.
b) Vehicles have become Argentina’s most imported product, with USD 1.94 billion in imports—80% from Brazil, 5% from Mexico, and another 5% from China, according to the Cien Research Center.
c) Courier-based imports (door-to-door) surged by 174%, now amounting to USD 45 million per month.
Analysts from the REM project that in 2025, exports will reach USD 82.761 billion and imports will total USD 75 billion, with an expected trade surplus of USD 7.761 billion. However, concerns remain about the current account deficit, which shifted from a surplus of 1% of GDP to a deficit of 2% of GDP, as noted by Jorge Vasconcelos of the Fundación Mediterránea.
Gross reserves have surpassed USD 40 billion for the first time since February 2023, partly due to high-interest debt issuance aimed at meeting IMF targets. While the exchange rate has risen only 7% over two months, the Argentine Oilseed Crushers Association (CIARA) reported USD 3.054 billion in inflows for May, a 17% increase compared to the same month last year.
The government insists there are no issues as the dollar floats freely. However, when demand for dollars rises—due to imports, services, debt, and savings—after a period of suppressed demand caused by high interest rates and import restrictions, the situation could change significantly.
The reintroduction of soybean export taxes to 33% and corn taxes to 12% has also impacted trade. Exporters have accelerated registrations of Export Sales Declarations (DJVE), securing a 26% tax rate temporarily while ensuring early tax and currency inflows for the government.
The government’s strategy relies on maintaining both fiscal and trade surpluses, achieved through measures such as import restrictions and export taxes—policies inherited from the Cristina Fernández era. Without these, both surpluses would likely disappear.
Globally, geopolitical tensions, including the Israel-Iran conflict and U.S. involvement, continue to affect oil prices and freight costs. Although the U.S.-China trade truce has reduced uncertainty, it has not eliminated it entirely. Freight costs from China have risen due to increased urgency before potential tariff increases.
While internal indicators show risks—such as rising unemployment and external fragility—the international environment remains uncertain. Geopolitical and trade tensions are creating a more volatile landscape where capital flows and commodity prices can shift rapidly. Countries with limited policy flexibility, like Argentina, must strengthen their adaptability. The challenge is not just to preserve surpluses at all costs, but to build sustainable conditions that support growth without harming competitiveness or restricting economic activity.
— news from La Voz del Interior
— News Original —
Se encendieron luces amarillas en el tablero económico
Cuando observamos el tablero de un auto, no nos llama la atención cuando está todo bien, sino que nuestros ojos se dirigen al indicador que se enciende sorpresivamente. Hay que cargar nafta, controlar el nivel de aceite o, en los más modernos, cuando superamos la velocidad indicada en los carteles. n nDe igual modo, estos últimos días se encendieron indicadores en el tablero económico del Gobierno nacional. n nTal vez el indicador que más ruido hizo fue el nivel de desempleo, ya que el 7,9% informado marca un aumento de 1,5% contra el último trimestre de 2024, y en el caso del Gran Córdoba llegó a un preocupante 9,2%. n nVeníamos observando con especial atención que los economistas incluidos en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), más precisamente para el Top 10 -los que más acertaron anteriormente- la tasa de desempleo se habría ubicado también en 7% y esperan una tasa de 6,5% en el último trimestre de 2025. Suponen que el crecimiento de la economía llevaría a una baja del desempleo a final del año (pronostican un crecimiento de 5,2%). n nLa otra luz amarilla encendida fue la caída de las exportaciones de 7,4% en mayo. Este mes fue el históricamente más alto en el país en materia de ventas externas. n nSi llevamos el análisis a los primeros cinco meses, las exportaciones crecieron sólo 2,6% contra un aumento de 34,3% de las importaciones. n nEl saldo comercial en los primeros cinco meses fue de U$S 1.883 millones, una cifra exigua. Para noviembre, se estima que el monto de importaciones igualará al de exportaciones. n nDentro de las exportaciones, hay dos noticias que llaman la atención: n n1. La caída de las ventas de productos primarios. n n2. El escaso aumento de las manufacturas de origen agropecuario (MOA), de 0,2% desde enero a mayo. n nEn las importaciones, hay otras noticias por considerar: n na) El aumento de 69% en las compras de bienes de capital tanto de nuevos como usados significa que se está aprovechando el dólar barato para capitalizar, mejorar máquinas y maquinaria. También la suba de compras desde Alemania refleja la llegada de máquinas y autos desde ese origen. n nb) Los autos se convirtieron en el producto más importado por Argentina. El centro de Investigaciones Cien indicó que se importaron U$S 1.940 millones, en un 80% procedente de Brasil, 5% de México y otro 5% desde China. n nc) La importación por vía courier (puerta a puerta) aumentó 174%, y ya representan U$S 45 millones al mes. n nOtra luz roja: el déficit comercial y el dólar n n¿Qué dicen los analistas del REM respecto a la balanza comercial? En cuanto al comercio exterior de bienes, proyectaron para 2025 que las exportaciones serán U$S 82.761 millones y las importaciones U$S 75 mil millones, considerando un aumento de U$S 2.000 millones. El superávit comercial esperado sería de U$S 7.761 millones. ¿Alcanzan esos dólares? n nAcá se enciende otra luz casi roja. Como indicó Jorge Vasconcelos de la Fundación Mediterránea, la cuenta corriente del Balance de Pagos -incluyendo servicios como turismo- pasó de un superávit de 1% del PIB a un déficit de 2% del PIB. n nLas reservas brutas superaron la barrera de los U$S 40 mil millones por primera vez desde febrero de 2023. El Gobierno emitió deuda con alta tasa para comprar reservas y cumplir en parte con el objetivo fijado ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo mira con cierto recelo la cantidad de reservas disponibles, con un cepo que aún dificulta las importaciones. n nMientras que el tipo de cambió subió sólo 7% en dos meses, la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina (Ciara) indicó que ingresaron U$S 3.054 millones en mayo, 17% más que el mismo mes del año pasado. n nEl Gobierno insiste en que no hay problemas porque el dólar está flotando libremente. Pero cuando haya pocos dólares y muchos demandando por importaciones, servicios, deuda y ahorro, luego de un tiempo demanda adormecida por una tasa de interés más alta que la inflación y un cepo a los dólares para importación, cuando haya libertad para ambos puntos, la situación podría ser diferente. n nMás retenciones es menos producción n nLa última noticia que impacta el comercio exterior es el decreto que repuso las retenciones de la soja al 33% y del maíz, que vuelve al 12%. Por el particular procedimiento de exportación que tienen estos productos, donde es necesario realizar una Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE), que fija el derecho de exportación y el precio oficial, en los últimos días se observó un crecimiento importante en la registración de las DJVE, en donde el exportador debe adelantar el pago de tributos e ingreso de divisas, pero se asegura el 26% de retenciones. De esta manera, el Gobierno se aseguró el ingreso anticipado de divisas e impuestos, mientras los exportadores podrán exportar con una alícuota del 26% por un tiempo más. n nPara ejemplificar, en maíz Argentina exporta el triple que Brasil en 2006, nos superó por primera vez en 2012, y ahora es el segundo exportador mundial de maíz en el mundo, detrás de Estados Unidos. Más retenciones es menos producción. n nEl Gobierno basa parte de su estrategia en los dos superávits, el fiscal y el comercial. Y su enorme triunfo es la baja de la inflación desde niveles de 25,5% mensual en diciembre de 2023 a 1,5% en mayo. n nAunque ambos superávits están anclados en medidas criticadas que vienen de la época de Cristina Fernández, como el cepo a las importaciones y las retenciones. Sin retenciones se terminaría el superávit fiscal, sin cepo, pasaríamos a déficit comercial. n nDe guerras y otras tensiones n nEl tablero del auto nos muestra cómo está funcionando el vehículo. Pero también debemos mirar hacia afuera, para ver semáforos, señales de tránsito y si hay hielo, agua, nieve o pozos en nuestro camino. Lo mismo nos pasa e impacta en lo que sucede fuera de nuestro país. n nPor ejemplo, el conflicto Israel con Irán y la participación de Estados Unidos (EE.UU.) con impacto en petróleo y fletes. n nEl comercio mundial crece ininterrumpidamente casi desde la finalización de la segunda guerra mundial, aunque desde el comienzo del presente siglo, las crisis son más recurrentes e influyentes. La crisis financiera de 2008 impactó en todo el mundo. La primer guerra comercial disminuyó los flujos de exportaciones e importaciones y generó un gráfico con forma de V en las exportaciones globales, que se repitió con la pandemia de Covid y puede pasar algo similar, cuando se terminen de observar los costos del actual conflicto arancelario entre EE.UU. y China. n nAhora estamos ante las influencias de la tregua entre ambos países, lo que disminuye la incertidumbre pero no la elimina. Los costos de los fletes desde China aumentaron para todos, por la locura desatada para llegar mientras se puede entrar a Estados Unidos con un arancel menor. n nPor eso, mientras el tablero interno muestra luces que advierten riesgos –como la suba del desempleo y la fragilidad externa– el contexto internacional no ofrece un camino despejado. Las tensiones geopolíticas y comerciales generan un entorno de volatilidad creciente, donde los flujos de capital y los precios de los commodities pueden cambiar en cuestión de semanas. Y en ese escenario, los países con menos margen de maniobra, como la Argentina, deben reforzar su capacidad de adaptación. n nEl desafío no es sólo mantener los superávits a cualquier costo, sino construir condiciones sostenibles que permitan desarrollarnos sin afectar la competitividad ni restringir la actividad. La economía real –el empleo, la inversión productiva, las exportaciones con valor agregado– debe volver a ser el motor de crecimiento. Que el auto siga, que se apaguen las luces amarillas y no se enciendan otras.