During the opening of the new legislative session on July 20, President Gustavo Petro credited Colombia’s GDP growth to a real increase in the minimum wage, which he claimed boosted domestic consumption. He emphasized this occurred despite high interest rates set by the Central Bank to manage inflation.
Petro stated, “When aggregate demand rises, the economy grows. Colombia demonstrated this over the past three years: demand increased, and so did the economy. The current figure is 2.7%”, citing British economist John Maynard Keynes as the foundation for his argument.
In contrast, Marelén Castillo, a representative from the Anti-Corruption Governors League under the Opposition Statute, challenged the president. She noted that economic growth reached only 1.7% in 2024, suggesting the administration’s portrayal was misleading.
Petro’s assertion is partially accurate but oversimplified. While the economy did expand due to increased consumption, the real minimum wage hike affected only slightly more than half the working population. Other significant contributors included falling interest rates, declining inflation, and increased government spending.
Castillo’s statement is technically correct, as the 2024 growth rate was indeed 1.7%, but she omitted that it aligned with projections and failed to mention contributing factors.
According to the National Administrative Department of Statistics (DANE), Colombia’s economy grew by 2.7% in the first quarter of 2025 compared to the same period in 2024. This growth was partly driven by a 4.6% increase in domestic demand, composed of a 3.8% rise in household consumption and an 8.3% increase in gross capital formation.
The Central Bank had previously anticipated stronger-than-expected economic activity fueled by private consumption and investment. Bogotá Bank’s economic research team also noted that private consumption has been a key driver of recovery, with households increasingly relying on credit to finance spending.
Grupo Aval’s financial institution highlighted that government spending, particularly in payroll, contributed to economic activity but warned that this approach has affected public financial sustainability.
Economists agree that the primary drivers of growth were the Central Bank’s interest rate cuts, which made borrowing cheaper, and the decline in inflation. These factors allowed for increased consumption and investment, despite Petro’s criticism of the Central Bank’s policies.
Pablo Adrián Garlati, Director of Undergraduate Economics Studies at Universidad Javeriana, noted that falling inflation and interest rates have improved purchasing power, encouraging spending. He acknowledged that government spending on infrastructure and social programs also played a role.
Javier Mejía from Stanford University added that public expenditure was the main contributor to aggregate demand growth, followed by consumption and exports. He dismissed the idea that the 4.3% minimum wage increase significantly impacted Q1 GDP, as many Colombians earn below the minimum wage or work informally.
Indeed, DANE Director Piedad Urdinola stated that 45.2% of the employed population earns less than the minimum wage, and over half of workers are in the informal sector. Mejía emphasized that much of the private consumption growth is linked to tourism, which is unrelated to minimum wage policies.
While Petro’s claim about economic growth driven by consumption is valid, the attribution to minimum wage increases is overstated. Lower interest rates, reduced inflation, and public spending were more influential factors.
Castillo’s mention of 1.7% growth in 2024 is accurate, but she failed to provide context. The Central Bank confirmed that this figure aligned with projections amid falling interest rates, declining inflation, and increased household income.
Comparing official DANE data with forecasts from various financial institutions shows that 2024’s growth, although modest, marked a recovery from 2023’s 0.6% growth.
Agriculture led growth in 2024 with an 8.1% increase, largely due to higher coffee prices and exports. However, industry and mining sectors declined by -2.1% and -5.2%, respectively.
Jackeline Piraján, Chief Economist at ScotiaBank Colpatria, noted that private investment reached 17% of GDP, driven by the private sector, though it remains below the pre-pandemic level of 22%.
Business leaders, including ANDI President Bruce Mac Master, described the growth as “positive but clearly insufficient,” highlighting the lack of a comprehensive economic recovery plan from the government.
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Crecimiento económico: Petro engaña sobre las causas y a Castillo le falta contexto
Durante la instalación de la nueva legislatura del Congreso el 20 de julio, el presidente, Gustavo Petro, se refirió al crecimiento del producto interno bruto (PIB) como un logro de su gobierno, al atribuirlo al aumento real del salario mínimo que, según afirmó, impulsó el consumo interno. Todo ello, resaltó, a pesar de las altas tasas de interés establecidas por el Banco de la República para controlar la inflación.
“Si se eleva la demanda agregada crece la economía. Colombia lo demostró en estos tres años: creció la demanda agregada y creció la economía. Hoy, el dato es 2,7%”, afirmó durante su intervención, en la cual citó al economista británico John Keynes como base para este razonamiento.
En respuesta, la representante a la Cámara de la Liga de Gobernantes Anticorrupción por el Estatuto de Oposición, Marelén Castillo, contradijo al mandatario. “El crecimiento económico no es como lo pintan. Apenas alcanzó el 1,7% en el 2024”, dijo en su réplica.
La afirmación de Petro es cuestionable. La economía del país en efecto se expandió por una subida del consumo, pero el alza real del salario solo impacta en un poco más de la mitad de la población ocupada, por lo que se le atribuye más a otras causas, como la reducción de las tasas de interés por el Banco de la República, la caída de la inflación y el mismo aumento del gasto público del Gobierno.
Mientras que la frase de la congresista Castillo es ‘verdadera, pero’, pues la cifra que dio corresponde a la del 2024, pero le faltó decir que se ubicó dentro de lo proyectado para ese año y las causas de dicho resultado.
Esta nota es la segunda entrega de nuestro chequeo a los discursos de Petro y la oposición del 20 de julio, en su tercer balance de gobierno ante el Congreso. Puede leer la primera en: “La falsa paz de Petro y una imprecisa alerta electoral de Valencia usan mal conteos de municipios”.
Por el salario, “creció la demanda agregada y creció la economía 2,7%”: Petro
La cifra está bien, pero el análisis de las causas fue acomodado de forma cuestionable por el presidente para exagerar el impacto del salario mínimo y, en cambio, omitir otros factores con más peso en el crecimiento económico de inicios de este año, que es al que se refiere.
Durante el primer trimestre de 2025, la economía sí creció un 2,7% frente al mismo periodo del año anterior, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Según la misma entidad gubernamental, este crecimiento estuvo impulsado en parte por un aumento del 4,6% en la demanda interna.
El mismo organismo señala que esta se compone de dos factores: el gasto de consumo final de los hogares, que subió un 3,8%, y la formación bruta de capital (asociada a la inversión en bienes y servicios de la economía), con un ascenso de hasta 8,3%”.
El Banco de la República ya había pronosticado, antes de conocerse el dato, sobre una “actividad económica más dinámica de lo esperado” por un alza del consumo privado y la inversión. El equipo de investigaciones económicas del Banco de Bogotá también sostuvo que el consumo privado ha sido el “bastión de la recuperación económica”, que existe una mayor disposición de compra y que los hogares estarían apalancando su consumo con la toma de crédito.
La entidad financiera del Grupo Aval destacó que los niveles de gasto público del Gobierno, evidenciados en un aumento de su nómina, ayudó a la actividad económica del país. Sin embargo, advirtió que esta medida ha repercutido en la sostenibilidad de las finanzas públicas (recordemos que la administración actual enfrenta una crisis de caja que la llevó a romper la regla fiscal que limita el gasto y el endeudamiento).
Economistas consultados coinciden en que el alza se debe principalmente a la disminución de las tasas de interés por parte del Banco de la República, lo cual abarata el endeudamiento y el crédito, así como la caída de la inflación. Precisamente, la intervención del Emisor con los tipos de interés fue lo que llevó a un retroceso del alza de precios, lo que Petro no solo omite sino que ha criticado en múltiples oportunidades, incluido el mismo discurso del 20 de julio.
“Gracias a esa reducción de las tasas y que la inflación ha ido bajando, eso ha permitido una recuperación del consumo y la inversión (…) La gente siente que tiene más dinero, por lo que sale a gastar más porque la plata le rinde más”, insistió el docente Pablo Adrián Garlati, director de Estudios de Pregrado en Economía de la Universidad Javeriana; aunque reconoció que el Gobierno ha gastado para sostener esa actividad, por ejemplo, en infraestructura y en el desarrollo de programas sociales.
El profesor Javier Mejía, de la Universidad de Stanford, también sostuvo que, en el aumento de la demanda agregada en los últimos años, lo que más ha crecido ha sido el gasto público, seguido por el consumo y las exportaciones. Descartó que el aumento real del salario mínimo, que fue de 4,3% para 2025, haya tenido una incidencia importante en el PIB del primer trimestre, ya que gran parte de los colombianos devenga menos que eso o trabaja por cuenta propia.
En efecto, la directora del DANE, Piedad Urdinola, especificó en diciembre que el 45,2% de la población ocupada laboralmente gana menos de un salario mínimo. Cifras de su institución también revelaron que, en mayo, más de la mitad de los trabajadores laboraban en la informalidad.
“La fuerza de trabajo en el país cada vez es más informal y cada vez está menos conectada con los salarios que el Estado puede influir (…) Por otro lado, una parte de eso que aparece como aumento en el consumo privado es la demanda de extranjeros a través del turismo. Eso tampoco tiene nada que ver con el salario mínimo”, dijo Mejía.
Por lo tanto, aunque sí es cierto que el PIB del país creció principalmente por un mayor consumo, no fue tanto por un aumento real del salario, como sugirió Petro. Detrás de ello estuvieron unas tasas de interés más bajas y la desaceleración de la inflación, aunque el gasto público fue también un factor importante.
“El crecimiento económico apenas alcanzó el 1,7% en 2024”: Marelén Castillo
La congresista opositora tuvo razón al señalar que en 2024 la economía solo creció 1,7% y así lo confirman las cifras oficiales del DANE. Sin embargo, el Banco de la República señaló que este dato se ubicó dentro de los niveles proyectados en un contexto de reducción de las tasas de interés, inflación en descenso y mayor ingreso de los hogares que ella omite, por lo que la frase es ‘verdadera pero…’.
Así también lo comprobamos al comparar con los pronósticos de varias entidades financieras y de gremios, desde las más tímidas hasta las más optimistas:
Fuente: DANE.
También esto contrasta con la variación del PIB de 2023, que solo fue de 0,6%. Es decir que, aunque baja, la tendencia el año pasado ya era de recuperación.
El sector de la agricultura fue el que más creció en 2024, según el DANE, con un 8,1%. Esto, de acuerdo con el medio especializado Economía para la Pipol, se debió al alza de los precios y exportaciones del café. Sin embargo, la industria y minería tuvieron un balance final con datos en rojo de -2,1% y -5,2%, respectivamente.
La economista jefe de ScotiaBank Colpatria, Jackeline Piraján, le dijo a El País de España que los niveles de inversión llegaron al 17%, como porcentaje del PIB, impulsados principalmente por el sector privado. A pesar de esto, no han vuelto al 22% previo a la pandemia del covid-19 que inició en 2020.
El sector privado, de igual manera, señaló al Gobierno de no haber implementado un plan de reactivación económica. Por ejemplo, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, calificó el resultado como “positivo, pero claramente insuficiente que evidencia una muy baja dinámica de la economía colombiana”.
Por lo tanto, concluimos que al dato señalado por la congresista Castillo, el 20 de julio, le faltaron detalles de contexto, como los que hemos apuntado aquí.