La economía rosa: un campo de análisis económico y social emergente

Por: Dra. Karina Parral Elizalde

La economía rosa ha emergido como un enfoque relevante en las ciencias económicas contemporáneas, destacando cómo la identidad de género, la orientación sexual y la diversidad cultural influyen en los mercados, las políticas públicas y la distribución de ingresos. A diferencia de los modelos económicos convencionales, que suelen ignorar las diferencias sociales, este enfoque pone en evidencia las desigualdades estructurales que afectan de forma desproporcionada a mujeres y grupos marginados en sus trayectorias laborales y financieras.

Uno de sus aspectos más estudiados es el denominado “capitalismo rosa”, que describe cómo las empresas incorporan al colectivo LGBTQ+ como un segmento de consumo con alto poder adquisitivo. Sectores como la moda, el turismo, los servicios financieros y la tecnología han comenzado a dirigirse a este público, reconociendo su potencial económico (Yeh, 2018).

Otro fenómeno clave es la “tarifa rosa” o “pink tax”, que se refiere al sobrecosto que enfrentan las mujeres y personas con identidades de género diversas al adquirir productos similares a los destinados a hombres. Estudios indican que esta diferencia de precios puede oscilar entre el 7% y el 13% en categorías como cuidado personal, seguros, ropa y servicios bancarios (Wishart et al., 2024).

A nivel internacional, existen ejemplos significativos de políticas que abordan estas desigualdades. En 2022, California aprobó la ley AB 1287, que prohíbe la diferenciación de precios por género en productos infantiles, marcando un hito regulatorio contra la tarifa rosa. En Europa, Alemania ha implementado normativas laborales que protegen contra la discriminación salarial basada en orientación sexual o identidad de género, mejorando así la inclusión económica de minorías sexuales (European Institute for Gender Equality, 2023).

En México, entre 2018 y 2023, se llevó a cabo el programa “Familias Fuertes Salario Rosa”, enfocado en compensar económicamente a mujeres que realizan trabajo doméstico no remunerado. Esta iniciativa consistió en transferencias monetarias bimestrales, buscando reconocer y valorar una labor históricamente invisible.

Estos casos revelan impactos importantes. Por un lado, la inclusión de estos grupos en el análisis económico impulsa sectores antes ignorados y fomenta cierto grado de equidad. No obstante, también existe el riesgo de que estas estrategias se limiten a tácticas comerciales superficiales, sin abordar las causas profundas de la desigualdad.

En resumen, la economía rosa es un campo esencial para entender los desafíos actuales de justicia económica. Su desarrollo exige ir más allá del enfoque en nichos de mercado, promoviendo reformas estructurales que garanticen derechos laborales, igualdad retributiva y protección social universal, independientemente de la identidad de género u orientación sexual.

La Dra. Karina Parra Elizalde es la Directora de la Escuela de Administración y Negocios de CETYS Universidad en Campus Tijuana.
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La economía rosa: un campo de análisis económico y social emergente
Por: Dra. Karina Parral Elizalde n nLa economía rosa es un concepto que ha cobrado relevancia en las últimas décadas dentro de los estudios económicos actuales. Este enfoque busca visibilizar las intersecciones entre la identidad de género, la orientación sexual y la diversidad cultural en el funcionamiento de los mercados, el diseño de políticas públicas y la distribución de ingresos. A diferencia de los análisis económicos tradicionales que suelen centrarse en las estructuras productivas y de consumo sin matices sociales, la economía rosa subraya las desigualdades estructurales que afectan de manera diferenciada a mujeres y poblaciones subrepresentadas1 en sus trayectorias económicas. n nUno de los ejes más estudiados de la economía rosa es el denominado “pink capitalism” o capitalismo rosa. Este concepto hace referencia a la incorporación de los mercados LGBTQ+ como segmentos de consumo rentables, destacando su alto poder adquisitivo y su creciente presencia en industrias como el turismo, la moda, los servicios financieros y la tecnología (Yeh, 2018). n nOtro fenómeno central es el “impuesto rosa” o pink tax, que alude a los sobreprecios que enfrentan las mujeres y personas con identidades de género diversas por productos y servicios similares a los dirigidos a los hombres. Diversos estudios estiman que este sobreprecio puede oscilar entre un 7% y un 13% en rubros como el cuidado personal, los seguros, los servicios financieros y la vestimenta (Wishart et al., 2024). n nEjemplos internacionales ilustran la diversidad de manifestaciones de la economía rosa. En Estados Unidos, el estado de California promulgó en 2022 la ley AB 1287, que obliga a grandes minoristas a eliminar la diferenciación de precios por género en productos infantiles, marcando un precedente regulatorio en contra del pink tax. En Europa, países como Alemania han avanzado en la adopción de legislaciones laborales inclusivas que prohíben la discriminación salarial por identidad de género y orientación sexual, mejorando la participación económica de las minorías sexuales (European Institute for Gender Equality, 2023). n nCon el objetivo de reducir la condición de pobreza extrema o de vulnerabilidad de las mujeres, de 2018 a 2023 México implementó el programa llamado “Desarrollo Social Familias Fuertes Salario Rosa” enfocado en compensar económicamente a mujeres que realizaban trabajo doméstico no remunerado. El programa consistió en transferencias monetarias directas y bimestrales. n nEl análisis de estos ejemplos permite identificar consecuencias significativas. Por un lado, la visibilización de estos mercados contribuye a dinamizar sectores económicos previamente ignorados y a promover ciertos niveles de inclusión económica. n nSin embargo, también existe el riesgo de que estas estrategias de mercado refuercen lógicas de consumo superficial sin atender las causas estructurales de la desigualdad. n nEn conclusión, la economía rosa constituye un campo de análisis indispensable para comprender los nuevos desafíos de la equidad económica. Su abordaje requiere ir más allá de la lógica de nichos de mercado para integrar reformas estructurales que garanticen derechos laborales, igualdad salarial y protección social universal para todas las personas, sin importar su identidad de género u orientación sexual. n nLa Dra. Karina Parra Elizalde es la Directora de la Escuela de Administración y Negocios de CETYS Universidad en Campus Tijuana.

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