Estados Unidos dio el 9 de abril 90 días a sus decenas de socios comerciales para alcanzar acuerdos satisfactorios para las ansias de su presidente, Donald Trump, de imponer un régimen proteccionista de aranceles inédito en décadas. Han pasado 88 días, y Washington solo ha firmado dos acuerdos (o principios de acuerdo), con el Reino Unido y Vietnam, y una tregua con China. n nEl plazo expira este miércoles y nada invita a pensar que en este nuevo hito de la guerra comercial con la que Trump amenaza desde su regreso por segunda vez a la Casa Blanca vaya a reinar otra cosa que la incertidumbre y el caos que han definido las otras fases de esa contienda. La Administración de Trump apunta ahora a una fecha en el calendario: el 1 de agosto. En una nueva muestra de confusión, el presidente dijo a última hora del domingo que este lunes se empezarían a enviar cartas con los anuncios de aranceles o con los acuerdos que hayan cerrado con los países. Y su secretario de Comercio, Howard Lutnick, añadió que estos entrarán en vigor el 1 de agosto. n nEl secretario el Tesoro, Scott Bessent, también añadió este domingo en una entrevista con la CNN la variable del 1 de agosto: declaró que para los países que no hayan cerrado sus acuerdos antes de esa fecha entrarán automáticamente en vigor los aranceles del 2 de abril, una andanada tarifaria de la que quedaron fuera México y Canadá. n n”No es una nueva fecha límite. Lo que estamos diciendo es que si quieren darse prisa por pactar, estupendo; y si quieren regresar a lo anterior [las tasas del 2 de abril] será su decisión”, aclaró Bessent, que prometió “muchas noticias en las próximas 72 horas”. n nLa fecha del 1 de agosto no es nueva. La invocó Trump el viernes pasado, cuando pasó de nuevo a la ofensiva con el anuncio del envío de una primera remesa de cartas a “10 o 12 países” con la decisión tomada por su Administración sobre qué aranceles les caerán a partir de ese día. El republicano no dio detalles sobre los países que primero recibirán esas misivas, ni qué gravámenes llevarán impresas. Sí dio una doble, aunque vaga, horquilla, de entre el “10 y el 20%” y “hasta el 60 y 70%”. n nEsta vez, también se imponen las prisas por alcanzar acuerdos con socios tan importantes como la Unión Europea, que ve cómo los aranceles de Washington suponen un duro golpe a una relación intensa: esa negociación parece haber avanzado más en las últimas semanas que en los primeros dos meses. n nNo está claro qué hará el presidente estadounidense cuando se cumpla el plazo que él mismo anunció, a modo de tregua, siete días después de imponer el 2 de abril de manera unilateral gravosos aranceles a decenas de países que llamó erróneamente “recíprocos”. Aquel inicio de hostilidades fue recibido con sensacionales caídas en los mercados, que, junto a presiones dentro y fuera de Estados Unidos, obligaron a Trump a pensárselo mejor. n nSiempre pareció difícil la tarea que el presidente puso a sus hombres fuertes en el frente económico: los secretarios Bessent y Howard Lutnick y Jamieson Greer, secretario y representante de Comercio de Estados Unidos, respectivamente. Después de todo, los acuerdos comerciales entre países son asuntos de lenta cocc…