Spain’s Economy Resists Geopolitical Trade Tensions

Amid rising trade tensions between Brussels and Washington, Spain appears to be relatively insulated from potential impacts of deeper geopolitical fragmentation, according to the latest economic bulletin from the Banco de España, released on Thursday. The report highlights a significant reduction in risks associated with foreign direct investment (FDI) in Spain over recent years.

The European Union and the United States are currently engaged in challenging negotiations to finalize a trade agreement before existing tariff moratoriums expire, which have temporarily paused U.S. global economic actions. The Spanish central bank warns that deteriorating relations between the two blocs could threaten a key source of national financing: foreign investment. However, it also notes that Spain enters this period with a more robust and diversified investment structure compared to just a few years ago. Therefore, regardless of what happens after the July 9 deadline for the tariff moratorium, Spain is in a more favorable position than in previous years.

This improvement is attributed to Spain’s strategic shift in FDI sources between 2021 and 2023, with increased investment from geopolitically aligned countries and reduced exposure to those considered strategically distant. Specifically, 88% of FDI now originates from the Western bloc, including the U.S. and EU member states, a proportion that has grown since the pandemic. Meanwhile, investments from China and Russia remain minimal and have continued to decline, accounting for approximately 1.5%, a level lower than other major eurozone economies.

For example, FDI inflows from the EU increased by 28 percentage points in France between 2019 and 2023, reaching a stock equivalent to 80% of GDP, and by around 20 percentage points in Spain, reaching 90%. In contrast, Germany saw its EU-related FDI share decrease by eight percentage points, settling at around 41%.

Additionally, Spain maintains one of the highest rates of FDI inflows in Europe, averaging 2.3% of GDP over the past two decades—double the eurozone average. According to the central bank, this trend has contributed to an increase in the stock of outstanding investments, which reached nearly 60% of GDP in 2023 and 2024—seven percentage points higher than in 2019 and roughly double that of major EU members.

Banco de España data also indicates that Spain’s greater exposure to the so-called neutral bloc, which includes Latin American economies, the Middle East, and Southeast Asia, provides a unique advantage compared to other European economies.

Overall, Spain’s exposure to geopolitical risks has decreased across sectors, particularly in strategic activities and financial services. This reduced vulnerability is reflected in a composite geopolitical exposure index that is lower than that of France and Germany. Although Spain has a larger presence of neutral countries (considered less reliable than allies), its limited exposure to geopolitically distant nations offsets this difference, aligning Spain’s risk profile more closely with its main EU partners.

The outlook outlined by Banco de España could change depending on the outcome of negotiations between Brussels and Washington. Meanwhile, U.S. trade deficit figures released on Thursday by the Bureau of Economic Analysis show a 18.7% increase in May compared to the previous month, reaching USD 71.5 billion. Compared to May 2024, the U.S. trade deficit rose by 50.4%, according to Efe.

Regarding the EU, the U.S. trade deficit increased by 14.25% compared to the previous month, reaching USD 21.887 billion. With Mexico and Canada—also threatened by so-called reciprocal tariffs—the trade deficit rose by 29.53% and 59.45%, reaching USD 18.165 billion and USD 2.757 billion, respectively.

— news from EL PAÍS

— News Original —
La economía española se protege del impacto de la guerra comercial

En plena escalada de las tensiones comerciales entre Bruselas y Washington, España se presenta como una economía relativamente resguardada frente a los posibles impactos de una fragmentación geopolítica que sea todavía más profunda. Así lo refleja el último boletín económico del Banco de España, publicado este jueves, que apunta a una reducción significativa de los riesgos vinculados a la inversión extranjera directa en el país a lo largo de los últimos años.

La Unión Europea y Estados Unidos afrontan esta semana a una difícil ronda de negociaciones para intentar cerrar un pacto comercial antes de que expiren las moratorias arancelarias vigentes, que suponen un paréntesis en la ofensiva económica que Estados Unidos ha abierto a nivel global. El supervisor bancario advierte de que un deterioro en la relación entre ambos bloques puede poner en riesgo una fuente clave de financiación para la economía nacional: la inversión extranjera. Sin embargo, también destaca que, pese al incierto escenario internacional, España llega a esta fase con una estructura inversora más sólida y diversificada que hace apenas unos años. Por eso, pase lo que pase el 9 de julio, cuando vence la moratoria arancelaria, el país parte de una situación más cómoda que la que se registraba años atrás.

La razón es que entre 2021 y 2023 España ha logrado reorientar parte de su inversión extranjera directa hacia orígenes más alineados geopolíticamente, reduciendo su exposición a países considerados más alejados en el plano estratégico. En concreto, la inversión extranjera procedente del bloque occidental —formado por Estados Unidos y los países miembros de la UE— representa el 88% del total, una proporción que ha aumentado tras la pandemia. Al mismo tiempo, la participación de gigantes como China y Rusia es marginal y ha seguido descendiendo, situándose en un umbral cercano al 1,5%, un nivel inferior al de otras grandes economías de la eurozona.

Por ejemplo, las entradas de inversión directa extranjera procedentes de la UE aumentaron entre 2019 y 2023 en 28 puntos porcentuales en Francia, hasta un stock del 80% del PIB, y en alrededor de 20 puntos en España, hasta el 90%. En contraste, en Alemania, el peso relativo promedio de la UE disminuyó en ocho puntos, hasta alrededor del 41%.

Además de esto, España mantiene una de las tasas más elevadas de Europa de entrada de inversión directa extranjera, con un promedio del 2,3% del PIB en las últimas dos décadas —el doble que la media de la eurozona—. Esta evolución de los flujos de inversiones foráneas directas en España, prosigue el supervisor, ha contribuido al aumento del stock de inversiones pendientes, que en 2023 y 2024 representó cerca del 60% del PIB. Son siete puntos porcentuales más que en 2019 y alrededor del doble que en los principales miembros de la Unión Europea.

Los datos del Banco de España también apuntan a que la mayor exposición de España al llamado bloque neutral, que incluye a las economías de América Latina, Oriente Medio y el sudeste asiático, aporta una dimensión diferenciadora frente a otras economías europeas.

Es decir, el grado de exposición de España a los riesgos geopolíticos se ha reducido de forma generalizada por sectores, con un descenso especialmente notable en las actividades más estratégicas y en los servicios financieros. Y esa menor vulnerabilidad se refleja en un índice agregado de exposición geopolítica inferior al de Francia y Alemania. Aunque la presencia de países neutrales (menos de fiar que los aliados) es mayor en España, su escasa exposición a los países más distantes geopolíticamente compensa esta diferencia, acercando el perfil de riesgo del país al de sus principales socios comunitarios.

El panorama recogido por el Banco de España podría cambiar en función de lo que suceda con las conversaciones entre Bruselas y Washington, que podrían adulterar la estampa. Por el momento, el déficit comercial de EE UU aumentó en mayo un 18,7% con respecto al mes anterior, hasta situarse en 71.500 millones de dólares, un dato publicado también este jueves por la Oficina de Análisis Económico. Con respecto al mismo mes de 2024, el déficit comercial estadounidense de mayo se incrementó en un 50,4%, según recoge Efe.

En lo que respecta a la Unión Europea, el déficit comercial estadounidense aumentó un 14,25% con respecto al mes anterior, hasta sumar 21.887 millones de dólares. Con México y Canadá, también amenazados por los mal llamados aranceles recíprocos, el déficit comercial aumentó un 29,53% y un 59,45%, hasta los 18.165 millones de dólares y 2.757 millones de dólares, respectivamente.

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